09/2011 Como la vida misma: Kiko el Piloto.

Kiko es el piloto de la Empresa de Tabaco. Cada mañana concurre puntual, alegre y optimista a su trabajo: firma el libro de entrada y salida, toma café en la oficina del director, bromea con la secretaria, ayuda a sacar el agua de la cisterna, ve alguna peliculilla en la computadora de Economía, merienda y almuerza.
Antes de ser piloto, Kiko era económico graduado del Politécnico provincial y trabajaba en Comercio pero, ya nadie se acuerda de eso pues han pasado 20 años.
Todo comenzó cuando un amigo le dijo que había una plaza en la Empresa de Tabaco. En Comercio estaba cómodo, pero aquello no era para él. Eso de pasarse la vida detrás de un buró, con una calculadora, y los papeles no lo convencía, de modo que se presentó para lo del trabajo.
"De piloto"- dijeron.
"¿Piloto?"
"Si, piloto de aviación. Pronto se va a construir una pista para fumigación y el Ministerio está gestionando la compra de una avioneta en Checoslovaquia. ¿Tú te le cuelas a eso?"
"Bueno, mira, la verdad, yooo …"
"Perfecto, compadre, firma aquí que la plaza es tuya. De todas maneras eso se demora un poco, porque hay que hacer movimiento de tierra, asfalto y un montón de cosas más y el terreno de la pista no se ha decidido aun".
"Si, pero mire, yooo….."
"Tranquilo, mijo, el salario es bueno, te pagan peligrosidad y vas a tener tiempo para todo, que no hay que volar todos los días, jeje…"
"Si, eso está bien, pero lo del avión…"
"Eso no tiene problemas y además, no ha llegado todavía… Oye, comienzas el lunes, temprano aquí, que al jefe no le gustan los impuntuales; y ahora me voy, que tengo una reunión con él, ¿Eh? Entrega el expediente a Conchita, mi secretaria y suerte, Piloto.
Nadie le preguntó en qué academia se graduó, cuántas horas de vuelo tenía, ni en qué aparatos había volado, pero, en fin, era una plaza y, cuando llegara el avión, ya se vería.
Con los años 90 las ideas de una pista de aterrizaje y la compra de un avión desaparecieron como la misma Checoslovaquia, pero la plaza de Kiko seguía en la plantilla. Todos le llamaban, el Piloto y él, orondo, olvidado del susto inicial por no haber visto jamás la cabina de una aeronave, narraba episodios de combates aéreos de la Segunda guerra Mundial y furioso, criticaba los errores de los pilotos del avión que se cayó en tal o más cual lugar. Para todos era un experto y nadie dudaba de su capacidad para elevar un aeroplano y hacer filigranas en el aire.
Respiro económico en los 2000 y se pusieron de moda los proyectos de colaboración con firmas extranjeras. Una mañana apareció en la Empresa el grupo ingeniero que construiría la famosa pista de aterrizaje. Había prisa porque en breve se pondría en explotación la producción arrocera y la siembra y fumigación se harían con medios aéreos. El avión ya estaba comprado, ensamblado y esperando en una pistica de provincia para ser trasladado. No era Checo, sino un Cesna fabricado en Wichita, Kansas.
"Vaya, Kiko, te llegó el momento"
"Felicidades, Piloto. Te lo mereces. Al fin vas a tener tu avioncito"
Muchas loas y Kiko, cabizbajo, se presentó en la oficina del director.
"¿Cómo está la cosa, campeón? Pronto al aire. La verdad es que te envidio, compadre. ¿Quieres café?"
"No, no quiero, me hace falta hablar con usted…"
"¿Pasa algo?"
"El problema es que yo no puedo aceptar la plaza de piloto, director".
"¿Cómo es eso, si la plaza es tuya? Tú eres el único piloto con experiencia en esta empresa, por eso no tienes que preocuparte."
"Es que yooo…"
"No te preocupes, yo se que estás fuera de entrenamiento pero eso se resuelve con un par de meses de capacitación para que estimules tus reflejos, déjame eso a mí."
"El problema es que yo no soy piloto"- soltó Kiko
"¿Cómooooo?"
"Yo no sé ni manejar velocípedos, director. Fernández el de personal, el que falleció el año pasado, me dio la plaza y no me dejó explicarle… y como el avión nunca llegó, yooo… figúrese, ahí… machacando…
"!Coño, Kiko!"
"Yo lo que soy es técnico en Economía. Voy ahora mismo a Comercio a ver si tienen algo para mí…"