Breve anatomía de la ignominia.

A la ilegal sentencia impuesta a René, hubo de agregársele la impúdica y escandalosa, “libertad supervisada” que lo condena a permanecer por tres años en el distrito  Sur de la Florida, con lo cual pretenden, monitorear su “rehabilitación” y la garantía de que no constituye un “peligro” para la sociedad. (norteamericana)

En el colmo de la hipocresía, la sentencia lleva a cuestas un engendro que “prohíbe”  a René González, acercarse a los lugares donde se reúnen los artífices  del terrorismo contra nuestra patria.

¿Ingenuidad o desvergüenza?

El país que declarara la guerra global contra el terrorismo, responsable de una buena cantidad de ataques preventivos a diversos “lugares  oscuros” de este mundo, el mismo  que intenta moldear a su imagen y semejanza la voluntad expresa de los pueblos, reconoce la existencia de… terroristas dentro de sus fronteras y prohíbe a quien los combate  acercarse a sus madrigueras de conspiración y muerte.

La “sentencia” aplicada a Posada Carriles, acusado de haber entrado ilegalmente al país, ya dejó de ser noticia. Al parecer, hay mucha suciedad  en juego como para condenar al extremista más activo de los últimos tiempos… por terrorista y criminal. Lo que no deja de ser noticia ni punto en la agenda de los que claman justicia es la estela de dolor que dejara ese monstruo y sus cómplices, con  la voladura en pleno vuelo, el 6 de octubre de 1976,  de un avión de Cubana de Aviación frente a las costas de Barbados, acción rapaz que costara la vida a todos los pasajeros y tripulantes de la aeronave.

Son muchos los testimonios de los que crecieron sin un padre, un hermano, un hijo; pruebas irrebatibles de la crueldad que alienta el autentico terrorismo, made in USA, que ha costado la vida y los sueños a tantos hombres y mujeres humildes de nuestra  nación y que amenaza con extenderse más allá de toda frontera donde los hombres libres decidan vivir sin ataduras ni amos imperiales.

Ese gobierno, que ampara terroristas,  que ha enlutado tantos hogares cubanos,  es el mismo que expone la vida de René González al ofrecerlo a la jauría violenta de Miami, sin más convicción ni argumentos que el cinismo y la simulación, en nombre de una cacareada, Seguridad Nacional, violada a diario por las acciones irresponsables de los asesinos confesos que apaña, alimenta y estimula.

Para los cubanos, este 6 de octubre es un día de tributo y recordación en el que, no solo lloramos a nuestros caídos por la metralla artera de los traidores,  también alzamos nuestra frente para mirar a los ojos de la bestia que puja por cercenar vidas, en el cubil sangriento donde la injusticia, de tan grande, tiembla.