Blogia
Mantua Visión

¿Crisis financiera o río revuelto?

¿Crisis financiera o río revuelto?

La difusión por BBC Mundo de una entrevista que hiciera la cadena al "broker" Alessio Rastani, uno de los que confiesan sin pudor que la crisis financiera internacional es el charco largamente esperado donde solo hay que saber pescar para llevarse los dividendos, ha puesto los pelos de punta a más de un individuo.

"Personalmente no me interesa, soy un especulador y eso (la crisis) no me preocupa. Si veo la oportunidad de ganar dinero, lo hago."

Calificado de actor, humorista, provocador profesional, o simplemente un sinvergüenza, Rastani afirma que el mundo no está regido por líderes, sino por Goldman Saschs, uno de los grupos de inversión más grandes del mundo, fundado en 1869, al que bien vale dedicar unos cuantos párrafos, si queremos entender por qué Rastani le dibujó una arruga en la frente a todos los que escucharon sus confesiones.

Durante la crisis financiera del 2008 y ante la posibilidad de afrontar la bancarrota, Goldman Sachs recibió autorización de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) para dejar de ser un banco de inversión y convertirse en un banco comercial. A principios del siglo XX Goldman jugó un papel fundamental en el establecimiento de las ofertas públicas de venta (OPV) en el mercado y llegó a manejar la más grande OPV de la época. Acaparadora de mentes brillantes, llegó a ser también una de las primeras compañías en reclutar a aquellos con Maestría en Administración de Negocios (MBA) de las principales escuelas de economía, práctica que continúa en la actualidad.

Goldman Sachs, según fuentes actualizadas, actúa como asesor financiero para algunas de las más importantes compañías, gobiernos, maneja la riqueza de personas o familias influyentes del mundo y es enlace primario en el mercado de seguridad del Tesoro de los Estados Unidos. Por si fuera poco, Goldman Sachs se extiende como una red global a través de sus múltiples oficinas en centros como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, San Francisco, Fráncfort del Meno, Zúrich, París, Londres, Phoenix, Singapur, Ciudad de México, Salt Lake City, Milán, Melbourne, Tokio, Moscú y Toronto con propósitos de llegar a Latinoamérica, a través de Guatemala y El Salvador.

En el año 2006, Goldman Sachs tenía 26.500 empleados en todo el planeta y reportó ganancias por US$ 9.54 mil millones y un récord de ganancias compartidas de $19.69. Según el informe, la compensación total por empleados en 2006 estaba en US$ 622,000.

Curiosamente, en filmes investigativos sobre la crisis financiera del 2008 entre los que destaca, Capitalismo: Una historia de amor, de Michael Moore, el Grupo GS fue señalado como uno de los responsables de promover y enrutar la crisis en beneficio de los sectores ricos. Durante toda su historia, Goldman Sachs no tiene un solo capítulo en favor de los desposeídos.

Si tomamos en cuenta tales precedentes, podemos inferir que Alessio Rastani tiene sobradas razones al advertir que, "A Goldman Sachs le importa un bledo el rescate financiero (...) las personas deben proteger sus ahorros porque en menos de doce meses los ahorros de miles de personas desaparecerán."

Es del mismo modo evidente que los políticos occidentales ya no se subordinan a mayores credos que no sean los dictados del mercado. Nada de proteger los intereses de los ciudadanos, ni intervenir a través de legislaciones que permitan la libertad económica y financiera, sin descuidar a los de menores ingresos, que son mayoría. Solo vale el poder del mercado, que es al fin y al cabo, quien dicta la política.

Al asegurar Rastani que a los "trader" solo les interesa hacer dinero y que, una gran recesión es "su sueño de tres años", queda claro que la esencia especulativa del Capital financiero y la rapacidad del 10% más rico que habita este planeta nunca redundarán en recetas efectivas que aumenten el gasto social, aseguren mejores salarios, equidad en la repartición de las riquezas y prosperidad para los más necesitados.

Lo peor de todo es que este señor bien puede estar en lo cierto, a juzgar por el túnel sin salida en el que se encuentra la economía mundial; túnel que hace agua y al que se le desprenden fragmentos sensibles del revestimiento protector con cada jornada.

Retomando la afirmación de Rastani: "los gobiernos no mandan", podemos concluir con la convicción de que el orden mundial tiene que ser refundado, para que jamás, en la historia humana, los mercados tengan la más mínima posibilidad de provocar colapsos financieros y un especulador- como el tal Rastani - se enriquezca a costa del sufrimiento, el infortunio y la desdicha de millones de seres humanos.

0 comentarios