Amenaza ET.

El 27 de abril del 2011 un blog de  Internet publicó la siguiente noticia:

“Estados Unidos Advierte a Rusia de Invasión Extraterrestre en el 2012”.
El autor del fiasco “revelaba” la sorprendente súplica de Estados Unidos a Rusia para el establecimiento de un programa de defensa con misiles, para todo el planeta, con el objeto de proteger a la tierra de una invasión extraterrestre, a finales del 2012.

Entre los detalles que ofreciera el bloguero sobresalía la detección de, “una flota "entrante" de OVNIS de "kilómetros de ancho" que ingresó al Sistema Solar”.

A partir de ahí la aportación de datos “fidedignos”, citas y anécdotas acerca de la presencia alienígena en nuestro planeta desde tiempos inmemorables, preparando un ataque a la tierra con saldo de destrucción para nuestra raza.

Curiosamente, los cibernautas que dejaron comentarios, no se sumaron a la improbable información, pese a los visos de “realidad histérica” conque el bloguero expuso los “hechos” por venir.

En los años 50 del siglo XX, un programa radial basado en la novela de Helbert George Wells, “La Guerra de los Mundos”, creó el caos en la población londinense ante la invasión alienígena que se “materializaba” en las calles de la ciudad por criaturas venidas de Marte.

 Más allá de las especulaciones radiales, las teorías acerca del accidente de un OVNI en Roswell, Nuevo México en el que fueran encontrados cuerpos de extraterrestres entre los restos del vehículo, o la  hipótesis del astrofísico británico, Stephen Hawking, quien declaró en una serie televisiva para el canal “Discovery” que los extraterrestres "casi seguramente existen" y aconsejaba a los humanos evitar el contacto con ellos, lo único cierto es que no tenemos evidencias concluyentes -al menos conocidas- que confirmen la veracidad de estos supuestos.

Hasta el presente, ciudadanos y agencias de investigación en todo el mundo han confirmado más de 60 000 avistamientos de OVNIS y criaturas extraterrenas a los que una parte de la comunidad científica internacional ha intentado dar explicaciones sobre bases científicas, pero la histeria continúa.

La alianza entre las dos potencias mundiales está presente en el artículo, a través de una pretendida confesión que hiciera el presidente Ronald Reagan (1911-2004) al Secretario General de la extinta Unión soviética, Gorvachev, durante una Cumbre en Ginebra: "Ocasionalmente pienso cuan rápido nuestras diferencias en el mundo se desvanecerían si enfrentáramos una amenaza extraterrestre”.

Nada mal para reeditar el controvertido filme, Independence Day, donde dichas “diferencias”, desde  siempre irreconciliables, para mal de la mayoría en este planeta, fueron relegadas a un segundo plano en el afán de lanzar, “the largest aerial battle in the history of mankind”, o sea, en español, “la batalla aérea más grande en la historia de la humanidad”, en la que, pilotos rusos y coreanos- al perecer, del Norte- junto a los gringos, combatieron con éxito la invasión alienígena, gracias a la brillante idea de… un norteamericano. Aaah, y el 4 de julio, pasó a ser el Día de la Independencia… del mundo. Nada mal, aunque poco creíble, si tenemos en cuenta los intentos norteamericanos de cercar a Rusia con misiles y  escudos que supuestamente protegen a occidente de la amenaza coreano iraní;  y la respuesta rusa, que como es lógico, ha sido la de armarse hasta los dientes.

La literatura, el cine y en los últimos años, la web, has puesto demasiado material explosivo al tema, como para que más de una cabeza maquine la “evidente” invasión a nuestro mundo por parte de una raza extraterrestre.

Nada es concluyente en esta suerte de embrollo; incluso, hay quienes apuestan por la llegada de los que consideran nuestros verdaderos ancestros, - Darwin queda relegado por el momento- los que fundaron esta suerte de experimento en el borde exterior de la galaxia que vienen a evitar la debacle final de nuestra civilización, debido a nuestras estupideces. Los que así piensan, imaginan a los extraterrestres como una raza de luz, de altas miras  éticas y espirituales, incapaz de dañar a criatura viviente alguna, y califican, en todo caso a la especie humana como la única portadora de desgracia y oscuridad en todo el universo, lo cual, pensándolo bien, no está del todo errado.

Hasta el presente, la mayor amenaza a nuestra raza, no proviene del espacio; es doméstica y solo hay que prender la tele o leer los diarios para tener noticias de ella. Vivimos en un mundo que agoniza producto a las acciones irresponsables que los seres humanos han protagonizado en poco más de un siglo de desarrollo tecnológico. Un occidente sediento de petróleo, una Europa cada vez más dependiente de las decisiones políticas y económicas de Estados Unidos y un Israel que se le va de las manos al amo imperial, crisis, guerras y hambruna constituyen el escenario ideal para un conflicto de incalculables consecuencias, que no deje a los invasores extraterrestres, como decía mi abuelo, cuando no había ni por quien llorar: “ni donde amarrar la chiva”.