Para ganar los espacios de, Lo Nuestro
Con la convocatoria a la XXII edición del Festival de la Canción Infantil “Cantándole al sol”, el pasado mes de mayo, se inicia un capítulo más del veterano intento por “despertar” el talento musical de los niños y los jóvenes cubanos. El certamen de música infantil surgió en 1991 y desde entonces ocupa la atención de la familia cubana; pero los tiempos le reservan a, “Cantándole al Sol” y sus organizadores, un reto imposible de ignorar y, no obstante, necesario de superar. Por estos días, un suceso de la televisión alternativa, esa que viaja en dispositivos extraíbles, se proyecta a través de computadoras y DVD players tiene full atention en tres de cada cinco hogares cubanos: "La Voz Kids", programa de la cadena, Telemundo en el que un jurado compuesto por figuras internacionales del pop y otros géneros musicales, realizan audiciones a ciegas, a chicos que aspiran formar equipos junto a sus famosos coaches. La idea, no es nueva y no surgió en América: The Voice, formato holandés, sirvió de base a La Voz, Talent show español producido por Boomerang TV que pronto fue tomado por NBC con el objetivo de extraer excelentes dividendos, acá en la tierra que rinde honor a Vespucio. En términos publicitarios, derroche de tecnología, pagos millonarios y ganancias del mismo tipo, no hay mucho que agregar a lo archiconocido; en materia de fabricar entretenimiento y captar la atención de la mayoría, La Voz… nos alerta cuanto camino queda por andar para que el talento cubano imponga sus reglas y corrija la balanza en la TV nacional. Prince Royce, Paulina Rubio y Roberto Tapia- jueces del evento- enzarzados en una lidia por completar equipos y dar comienzo a la siguiente ronda, hacen de, “La Voz Kids”, pese a su cuestionable valoración de la verdadera competitividad, un suceso con el gancho que adolecen nuestras producciones, aun cuando el talento musical cubano sobresale, incluso, entre niños de esta tierra que se han sumado al Show de Telemundo, desde otras latitudes. “La Voz Kids”, explota a fondo- en mi opinión, de un modo nada ético- las esperanzas y decepciones de chicos y padres, y convierte en melodrama las historias personales en el afán de completar el suceso mediático y asegurar a los televidentes que, “todo es posible”; pero es un hecho tangible que su factura atrae y cada capítulo se torna un asunto imposible de ignorar. La cantante puertorriqueña Olga Tañón, sumada al Team de Roberto Tapia- uno de los coaches- declaró, a la revista digital PeopleEnEspanol.com que, "Es importante brindar respaldo a los nuevos talentos”. Luis Fonsi, sumado al equipo de Paulina Rubio- otra coach- expresó que, "no hay nada más puro y honesto que trabajar con niños”. Sin embargo, Frankie J admitió que, “No es fácil criticar a niños de siete a 14 años de edad”. Pese a tantas certezas reprochables y subterfugios que nuestros valores nos llaman a cuestionar “La Voz Kids”, lo cierto es que, en este momento, el mencionado Show va delante de nuestros escasos espacios musicales para captar talentos jóvenes. Si pensamos que es asunto del momento, estaremos olvidando, Los pequeños gigantes, y desconociendo el hecho de la TV alternativa, tan poderosa en el mensaje, como insondable en su existencia. Grandes felicitaciones para, “Cantándole al sol” pero, cabría preguntarse si éste ha de ser el único espacio de convergencia para el talento de niños y jóvenes y… ¿Por qué no aderezarlo con la presencia de figuras de peso en la escena musical cubana- sin ánimos de copiar- para situar lo nuestro en el punto uno de la preferencia?
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