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Mantua Visión

Gentes y estilos de vida

Invictus, el juego que transformó a un país.

Invictus, el juego que transformó  a un país.

"I am the master of my fate:
I am the captain of my soul. "

William Ernest Henley

Han pasado varios días y aun soy presa de una indescriptible opresión en el pecho y la humedad inevitable  que empaña mis ojos tras evocar, una y otra vez, las imágenes de un filme capaz de cambiar la visión de la vida al hombre más encumbrado y también al más simple de los mortales.  El diario Granma anunciaba el duelo oficial por el fallecimiento de Nelson Mandela, gran amigo de Cuba, y la Televisión cubana hacía homenaje al hombre extraordinario que fue con la cinta, Invictus.
En la lejana fecha del 2009, perseguí y encontré- pendrive en mano- este drama deportivo dirigido Clint Eastwood y protagonizado por Morgan Freeman y Matt Damon, tras ver su thriller y leerme la sinopsis en la carátula de un CD. Por eso, la satisfacción tras el reencuentro con una cinta fundamentalmente humana, con lecciones tan evidentes y necesarias en estos tiempos fatales que vive el mundo.
Los primeros años vividos en Sudáfrica tras la abolición del apartheid fueron difíciles: de una parte, la mayoría negra, marginada por un sistema de normas y leyes segregacionistas instaurado más de 40 años atrás con el fin de reducir a cero la dignidad humana; de la otra, la minoría blanca, pavorosa del posible revanchismo del nuevo gobierno, y en el centro de tal turbulencia,  Mandela- "Madiba"- dispuesto a  construir una política de reconciliación  en un país de contrastes, habitado por 42 millones de almas.
El filme en cuestión narra la atención de Mandela en los Springboks, selección sudafricana de rugby, a la sazón perdedora y sin el apoyo de la población negra, que lo identifica con el apartheid y prefiere aplaudir a cuantos se midan con los locales.
"¿Es el Rugby una estrategia política?"- preguntan a Mandela.
"Es una estrategia humana"- responde, y en otro momento agrega: "este país está sediento de un protagonismo, de una gran visión".
Así, cada segundo de metraje nos conduce a sucesivas lecciones de grandeza y humildad, delineantes de una personalidad que seduce, dueña de un pensamiento y una visión de la vida poco común.
"Un hombre que pasa casi treinta años en prisión y al salir está dispuesto a perdonar a sus captores", palabras de Francois Pienaar, capitán de los Springboks, interpretado por  Damon;  admiración del hombre blanco por el ser de piel negra que creció  moralmente, en décadas de prisión infame,  con el concurso de sus propias convicciones y la poesía de sus captores: el amo de su destino, el capitán de su alma.
Hay en el  filme grandes códigos de ficción, probables aconteceres que refuerzan una idea, hasta ahora en construcción, pero definitivamente en marcha: dos policías blancos comparten espacio con un niño negro mientras escuchan en la radio del auto las novedades de un juego que paralizó al país, spot solo en apariencias insignificante, insertado  una y otra vez entre las escenas que narran la final de la Copa Mundial disputada en el Ellis Park de Johannesburgo.
"Springboks", equipo de colores "blancos" llega al estadio con una dimensión diferente, tras año intenso  de, "embarrarse" de pueblo, anhelos y, también, de las  miserias provocadas por el apartheid; ejemplo dibujado a grandes rasgos, pero presente de que, el deporte hermana a los hombres.
Cuando el 15 de diciembre, el planeta despida definitivamente la presencia terrenal de un ser pleno de compasión e  infinito amor por la humanidad,  tendremos, entre los miles de recuerdos, esta joya cinematográfica que habla de un  país, un juego de blancos, una democracia pujante y un Nelson Mandela para el que, "nada pasa desapercibido".
Historia de asombros e imposibles, imágenes para quemar en DVD y tenerlas a mano con el fin de renovarnos cada vez y   enseñar a los niños y jóvenes que la humildad es la mayor de las grandezas, que el racismo solo vive en la mente de los hombres, que el perdón y la reconciliación son más fuertes que el odio y el antagonismo y que, toda la gloria del mundo- ya lo dijo el Maestro- cabe en un grano de maíz.

 


 

 

Salvador Allende vive.

Salvador Allende vive.

El 11 de septiembre de 1973 Salvador Allende, presidente chileno, amigo de Cuba, entregaba su vida tras combate desigual contra los golpistas de Augusto Pinochet. Pese a los 40 años transcurridos, el eco ruin de las pisadas que  aplastaron la democracia del país austral.

Justo antes de la toma del Palacio de la Moneda por los militares, el presidente Allende en medio de un trasfondo de explosiones y disparos realizó su última alocución al pueblo chileno a través de Radio Magallanes.  Habló de su amor por Chile, de su profunda fe en el futuro, y sostuvo que su compromiso patriótico no le permitía tomar una salida fácil y ser usado como una herramienta de propaganda por quienes denominó, «traidores».

Así, al negarse a aceptar una oferta que le asegurara la vida,  quedó sellada  su determinación de luchar hasta el final.

Un anuncio oficial declaró que se había suicidado con un rifle de asalto, tesis oficial que, a lo largo de los  años muchos pusieron en duda.  El 23 de mayo de 2011 sus restos fueron exhumados, y el 19 de julio del mismo año, los estudios forenses confirmaron la teoría del suicidio como causa de muerte del presidente Allende. Según los expertos, la presencia de dos salidas de bala se debía a que el arma estaba en estado automático.

Despejada la duda legal,  al cumplirse  40 años de la resistencia  heroica de un hombre que prefirió inmolarse antes de ser títere de los intereses fascistas que, en nombre del imperialismo mundial, asesinaron y desaparecieron más de 40 000 ciudadanos chilenos en los 17 años de infame dictadura, no caben dudas de la naturaleza responsable de sus verdaderos asesinos.  

Más allá de su holocausto personal  Allende vive en la memoria de su pueblo y en corazón de todas las personas de buena voluntad, por fortuna, muchas en este  mundo.

Entre el bien y el mal, la lucha de los buenos.

Entre el bien y el mal, la lucha de los buenos.

Mucho hubo de batallar el cubano para eliminar el plan de machete de los campos de esta isla. Más de cien años de lucha, primero contra el español, después, contra el entreguismo de los que plegaron las banderas mambisas a la intervención yanqui, y finalmente, contra los que forzaron las esperanzas democráticas para practicar unas de las dictaduras más sangrientas que conoció América Latina en el siglo XX.

Primero, Machado, Batista después; ambos sátrapas carniceros con miles de muertos sobre sus nombres, asunto para no olvidar mientras exista la historia humana y no se pierda el legado de experiencia tan terrible que ha de alertar a los hombres del presente.
"Asno con garras", llamó el poeta y político Rubén Martínez Villena a Gerardo Machado y Morales. Asno con garras teñidas por la sangre de las generaciones heroicas de los años 30, empeñadas en darle a la patria el sentido democrático por el que tanto se luchó en el campo insurrecto.
Dos veces, Batista, hombre cobarde, simulador y renuente al color de los humildes- que tanto se esforzó en ocultar a base de baños y continuos estirones de aquel pelo que se empeñaba en enrollarse- secuestró la democracia cubana para someterla a los retorcidos designios de sus acólitos y, por supuesto, a los del capital norteamericano.
Más de 20 mil cubanos fueron asesinados por el régimen de Fulgencio con el fin de mantener el estatus de espanto que privilegiaba a militares, politiqueros, banqueros, empresarios, mafiosos y ladrones de cuellos blancos, mientras sumía a más del 80% del campesinado cubano en la humillación de la renta, el plan de machete y el desalojo.
Aun existen seguidores de tan atroz indecencia; son los que se empeñan en demostrar que Cuba figuraba entre los países más desarrollados de América Latina y el Caribe. iQue ironía!
¿Cómo pudimos ser desarrollados si éramos analfabetos, si la población de campos y ciudades, era víctima de terratenientes y casatenientes; si la esperanza de vida de los humildes no sobrepasaba los cincuenta años, si los chicos del campo perecían víctimas de enfermedades curables y parasitismo, si el tiempo muerto mataba las esperanzas de miles de obreros de llevar al hogar el sustento de la familia?
Una pregunta muy larga, lo sé; tan larga como los males que encierra pero, curiosamente, respondida en su totalidad por los jóvenes que asaltaron las fortalezas militares de Oriente en 1953, sufrieron prisión, destierro, navegaron en un yate por las aguas del Caribe encrespado, alcanzaron las montañas y bajaron victoriosos en 1959 para erradicar la ignominia y la desdicha de esta tierra sufrida.
Incluso, Kennedy, presidente norteamericano que lanzara sobre la isla una invasión heredada, apenas 16 meses después de la victoria del pueblo, reconoció la necesidad que tenía Cuba de hacer la Revolución.
iCuantos excesos para que el cabecilla de las ideas más agresivas del orbe inclinara la frente y reconociera la necesidad moral de un pueblo para revelarse!
La Revolución, nunca fue perfecta. Como toda obra humana, el idealismo, el exceso de confianza y los errores, hicieron que no pocas veces marrara el cálculo. Son verdades difíciles de reconocer, sobre todo para los que sienten que le deben un poco de lo que son, desde el pedestal pequeño de la humildad que los hace grandes. Verdades difíciles, pero necesarias.
Lo que no podrá decir ningún hijo de esta isla, sin cometer una pifia moral imperdonable, es que la Revolución, en su imperfección, no fue generosa.
Tantos ejemplos de bondad- dañina, a veces- no precisan anuncios.
Hoy nos preocupan otros males, surgidos de las dificultades económicas, del tormento enardecido por mantenernos libres en medio de amenazas externas y, también, de la tolerancia que, por más de medio siglo ha preferido apelar a la consciencia, en vez del castigo.
Decir que la Revolución se equivocó, que sus conquistas fueron inciertas, sería mezquino. Decir que nos equivocamos, que olvidamos tanto amor para, en tiempos difíciles, sacarnos del pecho el animal ingrato del egoísmo, sería hacer justicia.
Se peleó mucho en Cuba para que un guardia rural no le diera un planazo a un padre de familia, sin embargo, existen cuatreros en nuestros campos; se peleó muy duro para que ningún policía asesinara a un joven y lo lanzara, mutilado, en un camino vecinal; sin embargo, ciertos jóvenes- y no tan jóvenes- ignoran tan supremo sacrificio y, en vez de la urbanidad orgullosa, del músculo que forja y del saber que ennoblece y empina, liban los néctares perniciosos que provocan la reyerta y destruyen lo que tanto costó construir.
Algunos de los que libraron batallas, se desalientan; borran de la memoria que los patriotas no renuncian jamás.
Si los que decidimos quedarnos en esta isla- el escritor, el periodista, el maestro, el arquitecto, el obrero, el campesino, el médico, habitantes de pequeños pueblitos diseminados por nuestra geografía decidieran dar todo por perdido, entonces, ¿A quién entregaríamos el timón?, ¿Quiénes serán los que aprovechen el desaliento de los buenos para apoltronar a un nuevo Machado, o un nuevo Batista?
Es cierto: la batalla es difícil y, por momentos, amedrenta. En una guerra, por lo general, sabemos que el enemigo está al frente y que luchará a muerte por doblegarnos. Para eso estamos preparados.
En esta lucha por resembrar el amor y el decoro perdidos en el corazón de los compatriotas que se amilanan y en la mente tierna de nuestra niñez y nuestra juventud, hay muchos peligros, muchos obstáculos y veinte años de dificultades que pesan tanto o más que mil planetas. Si nos alejamos del campo de batalla, otros lo ocuparán; si persistimos, habrá un futuro que, quizás, nuestra generación no pueda ver, pero no por ello los tiempos por venir han de ser menos tangibles.

Epílogo.
Mañana, al alba, cuando te levantes para ir al trabajo, más que regañar a tus hijos, reprocharles la llegada tarde de la noche anterior, incomprender sus peinados y maldecir de impotencia por sus actitudes rebeldes, llénate de valor, ofréceles tu amistad y solidarízalos con tu lucha, con tu legado y con la capacidad que tienen los seres humanos- incluso, los peores- para distinguir en momentos definitorios de sus vidas la diferencia entre el bien y el mal.
Puede que, con esa actitud, sin saberlo, estés dando el primer paso que ha de salvar el legado de más de 100 años de lucha que atesora la patria.
Somos miles, millones de cubanos, si todos lo hacemos, quien sabe...
Vale la pena intentarlo.

Para ganar los espacios de, Lo Nuestro

Para ganar los espacios de, Lo Nuestro

Con la convocatoria a la XXII edición del Festival de la Canción Infantil “Cantándole al sol”, el pasado mes de mayo, se inicia un capítulo más del veterano intento por “despertar” el talento musical de los niños y los jóvenes cubanos. El certamen de música infantil surgió en 1991 y desde entonces ocupa la atención de la familia cubana; pero los tiempos le reservan a, “Cantándole al Sol” y sus organizadores, un reto imposible de ignorar y, no obstante, necesario de superar. Por estos días, un suceso de la televisión alternativa, esa que viaja en dispositivos extraíbles, se proyecta a través de computadoras y DVD players tiene full atention en tres de cada cinco hogares cubanos: "La Voz Kids", programa de la cadena, Telemundo en el que un jurado compuesto por figuras internacionales del pop y otros géneros musicales, realizan audiciones a ciegas, a chicos que aspiran formar equipos junto a sus famosos coaches. La idea, no es nueva y no surgió en América: The Voice, formato holandés, sirvió de base a La Voz, Talent show español producido por Boomerang TV que pronto fue tomado por NBC con el objetivo de extraer excelentes dividendos, acá en la tierra que rinde honor a Vespucio. En términos publicitarios, derroche de tecnología, pagos millonarios y ganancias del mismo tipo, no hay mucho que agregar a lo archiconocido; en materia de fabricar entretenimiento y captar la atención de la mayoría, La Voz… nos alerta cuanto camino queda por andar para que el talento cubano imponga sus reglas y corrija la balanza en la TV nacional. Prince Royce, Paulina Rubio y Roberto Tapia- jueces del evento- enzarzados en una lidia por completar equipos y dar comienzo a la siguiente ronda, hacen de, “La Voz Kids”, pese a su cuestionable valoración de la verdadera competitividad, un suceso con el gancho que adolecen nuestras producciones, aun cuando el talento musical cubano sobresale, incluso, entre niños de esta tierra que se han sumado al Show de Telemundo, desde otras latitudes. “La Voz Kids”, explota a fondo- en mi opinión, de un modo nada ético- las esperanzas y decepciones de chicos y padres, y convierte en melodrama las historias personales en el afán de completar el suceso mediático y asegurar a los televidentes que, “todo es posible”; pero es un hecho tangible que su factura atrae y cada capítulo se torna un asunto imposible de ignorar. La cantante puertorriqueña Olga Tañón, sumada al Team de Roberto Tapia- uno de los coaches- declaró, a la revista digital PeopleEnEspanol.com que, "Es importante brindar respaldo a los nuevos talentos”. Luis Fonsi, sumado al equipo de Paulina Rubio- otra coach- expresó que, "no hay nada más puro y honesto que trabajar con niños”. Sin embargo, Frankie J admitió que, “No es fácil criticar a niños de siete a 14 años de edad”. Pese a tantas certezas reprochables y subterfugios que nuestros valores nos llaman a cuestionar “La Voz Kids”, lo cierto es que, en este momento, el mencionado Show va delante de nuestros escasos espacios musicales para captar talentos jóvenes. Si pensamos que es asunto del momento, estaremos olvidando, Los pequeños gigantes, y desconociendo el hecho de la TV alternativa, tan poderosa en el mensaje, como insondable en su existencia. Grandes felicitaciones para, “Cantándole al sol” pero, cabría preguntarse si éste ha de ser el único espacio de convergencia para el talento de niños y jóvenes y… ¿Por qué no aderezarlo con la presencia de figuras de peso en la escena musical cubana- sin ánimos de copiar- para situar lo nuestro en el punto uno de la preferencia?

"Tierras de fuego": ¿Qué nos pasa?

"Tierras de fuego": ¿Qué nos pasa?

Queda poco por decir y apenas hemos comenzado. Cuando escuché por vez primera el título de la novela cubana, "Tierras de fuego", pensé que, luego del aluvión de críticas- casi todas bien fundamentadas- recibidas por, "Santa María del Porvenir", asistiríamos a una producción entretenida en la que los códigos del género, aplatanados a la esencia campesina que adelantaban los promocionales, estarían afinados hasta el aplauso, el erizamiento y las lágrimas.
¿Qué nos pasa?
La pregunta es lógica si tenemos en cuenta que la sorpresa no se produjo. Ni Lucio Contreras, ni Nacho Capitán, ni "Tierra brava"; - telenovela cubana de décadas atrás que abordó el tema desde mejor ángulo y con mucho éxito- la historia Shakesperiana de los campos de Cuba deja impresiones contradictorias en sus capítulos pilotos, y todos sabemos que eso es fatal para lo que ocurrirá en las próximas semanas en materia de teleaudiencia y aceptación.
Un guajiro amigo, aficionado a la TV, me comentaba que los que "hicieron" la telenovela no sabían nada del campo, y es que el maíz, por ejemplo, no se guataquea, según mi amigo, cuando ya está espigado. Más que pifias de la realización, facilismo y superficialidad investigativa de los escritores.
No conozco muchos hombres de campo por acá por el occidente de la isla que vistan como cowboys, hacendados brasileros o charros mexicanos. Los guajiros que yo conozco son los que llevan botas de goma, camisas de mangas largas de fuerte caqui, algunas militares, y gorras, pues, por alguna causa poco investigada, los sombreros de yarey están en franca extinción en los campos de Cuba.
Otra interrogante que surge es el destino de, Baldomero.
Personaje llamado a representar el polo opuesto en el agudo conflicto que gravita sobre las dos familias, desde el inicio pierde efectividad al presentarse una excesiva estancia en hospitales y, por lo visto, hasta el momento, representará un personaje muy parecido al archiconocido, Lucio Contreras, de la exitosa "Tierra brava". Demasiadas coincidencias con olor a segundas partes en versión libre…
¿De dónde sacan argumentos tan insostenibles, que pronto dejan de despertar el interés de los televidentes?
"La última mujer y el próximo combate". Así se titula una novela del genial Manuel Cofiño, cuyos personajes surgieron luego de seis meses de bregar el autor y un grupo de estudiantes de la Universidad de La Habana, por los lomeríos de Caracoles y Cabeza de Horacio, acá en Mantua. La Nati, Ciaco, Bruno y muchos más son el fruto de las experiencias acumuladas por Cofiño en su contacto con los hombres y mujeres de estos parajes. Apenas unas dos cuadras de mi casa, viven Ciaco y su esposa, inspiradora de La Nati, - los verdaderos- y puedo decirles que, salvando el tiempo, son los mismos que descubrí en las páginas de "La última mujer...
Con este paréntesis anecdótico pretendo ilustrar la necesidad de investigar con profundidad a la hora de escribir un guión aquellos aspectos que le aportarán autenticidad a la obra terminada con la que se identificarán miles de personas y, a la par de hacerles pasar un rato de esparcimiento, les hagamos reflexionar sobre aquellas cosas de la vida cotidiana que, de tan comunes, pasan percibidas.
Ese campesino con reloj caro, montura impecable y, siempre, siempre, afeitadito como para una fiesta, no existe en esta lengua de tierra que se eleva sobre el Caribe.
Otro punto: la mujer campesina no es esa que muestran. Ni su interior ni su exterior conviven en las sacrificadas féminas que hoy pueblan- otra vez- los campos de mi isla, y que conste que no aspiro a convertir la telenovela en un retrato, pero me gustaría que lo que hacemos, tenga el sello de lo auténtico. No hay deseos de parecerse a héroes de plástico; el tiempo de esos mitos, ya pasó.
¿Sabemos hacer cosas mejores?
Si, y el ejemplo atrevido de, "S.O.S Academia", así lo demuestra. Más allá del trabajo novedoso de fotografía, el modo diferente de desarrollar el discurso televisivo y un argumento con verdadero gancho, la serie cubana, con apenas unos capítulos en el aire, ya tiene seguidores. Solo el tiempo dirá si el producto fue bueno o malo, pero el deseo de romper esquemas, ya merece un fuerte aplauso.
Curiosamente, y salvando las diferencias de género, "Tierras de Fuego" y, "S.O.S." pertenecen a la misma casa productora.
Una vez más: ¿Qué nos pasa?

Hábito de Lectura.

Hábito de Lectura.

Culpar la modernidad por la suplantación de un buen libro en pos de divertimentos más dinámicos, sería negar la dialéctica que supone el  desarrollo humano.  Por eso, indagar en la esencia educativa de las edades tempranas, donde se crean hábitos que han de perdurar de por vida, puede corroborar respuestas que, han permanecido frente a nuestros ojos, por años.

Las estadísticas en cualquier biblioteca pública, indican crecimiento. Pero el día a día de las bibliotecarias, o de quienes dedican un tiempo a estudiar este fenómeno, demuestran lo contrario.  Solo algunos niños acuden a estas instituciones donde, después de un tiempo en el que sacian la curiosidad, se marchan para no regresar.

Los universitarios, hacen uso de ellas, pero no es el placer de la lectura lo que los mueve, sino la presión de la carrera y, si, el tedio que genera la realización de tareas complejas que solo pueden realizarse con libros.

A la pérdida del hábito de leer se suman otros factores que han de superarse para que el impacto de un buen libro sea rotundo en un porciento cada vez mayor de lectores potenciales.    

Existen softwares como el Calibre, capaces de compilar millares de textos entre los bits de una PC.  Las tablets pueden ser llevadas a cualquier parte y, mientras esperamos un servicio, una entrevista o en momentos libres podemos sumergirnos en el placer de la lectura; solo que, tales adelantos, aun no están al alcance de todos.

El problema, no corresponde, por tanto,  a la modernidad, sino al debilitamiento de factores económicos, educativos y culturales que han acompañado a  niños y jóvenes hasta sus estudios universitarios, donde llegan con las lagunas propias de quienes jamás tuvieron el placer cómplice de vivir la gran aventura que proponen los mejores amigos del hombre.

Generaciones de cubanos se formaron entre libros. A la insistencia martiana por legar a los niños y jóvenes el tesoro incomparable de una buena lectura, se sumó la idea de Fidel para que el pueblo, en vez de creer, leyera. Por eso, lo  que un día fue asunto preocupante de otras sociedades en el hemisferio, hoy nos llama a la puerta con un símbolo de alarma en la mirada, que no debemos subestimar.

! Apúrate, que esto es un celular!

! Apúrate, que esto es un celular!

 

No tengo celular. Al principio, si, me abochornaba un poco confesarlo;  incluso, alguna que otra vez se me ocurrió armarme de una cartuchera de piel de las que fabrica a pedido, Tito, el zapatero de la esquina, para colocar el Nokia que le enviaron a mi hija mayor, el mismo que nunca funcionó porque había cierto problema de "compatibilidad regional" o algo  por el estilo que no permitía decodificarlo.

El caso es que no tengo un celular y, aunque de vez en vez me da algún "ataquillo" de modernidad y los altos quilates sociales se me suban a la cabeza, me contengo y le doy una palmadita al "fijo" BTK-2 que descansa  sobre mi mesa de trabajo.

No es fobia, ni envidia mal disimulada, nada de eso; tampoco negación de un deseo natural que tiene mucho de presente y que, sin lugar a dudas, mejora la calidad de vida y las relaciones personales y de trabajo- claro está- si se empleara properly.  

Enriquito Pertierra, escritor mantuano con varios libros publicados en Cuba y el exterior, ha sido mi mentor y amigo por muchos años. Días atrás, sentados en su terraza colonial, entre el aroma de jazmines y limoneros, bebiendo té, mientras los fantasmas de la mediana burguesía mantuana nos observaban impávidos desde las gruesas paredes de  adobe, me contó una historia tragicómica en la que, sin proponérselo, se ganó un enemigo desconocido  a través de las ondas que viajan en el éter.

Resulta que  Rulfo, su gran amigo del bachillerato, el mismo que se fue para Puerto Rico a fines del 91, después de años de mutismo, le escribió un email felicitándolo tras de leer el primer capítulo de, "Domador de  caballos", novela inédita del mantuano que, desde meses atrás, hace acto de presencia en  Ecos de Mantua, publicación digital de la villa con amplia demanda  entre la diáspora mantuana en el orbe.

Desde entonces, Rulfo le escribe regularmente y, hasta le envió con unos conocidos un jeans y los cartuchos de impresora de la HP que empleamos para imprimir nuestras galimatías literarias. En días recientes, Rulfo le envió un correo electrónico para que le  hiciera alguna que otra  llamada a su papá que vive en Guane.  

"No, no te preocupes"- le dijo a Enrique- yo le compré un celular y le pongo dinero desde acá, así que él te va a recibir las llamadas. Tu vas a ver como se alegra de escucharte, el pobre... oye, mi hermano, te  lo agradezco en el alma, el viejo está muy solo".

Hasta ahí la historia familiar, camaraderil; la segunda parte es la que provocó mi "célulofobia".

El domingo en la mañana, Enrique  decidió cumplir con la petición de su amigo y, después de un "tetazo" Lipton, se sentó en la sala, puso el teléfono fijo sobre sus piernas y marcó el  interminable número que Rulfo le adjuntara en el e-mail.

Allá, en la larga distancia, el tono plástico, impersonal, sofisticado. No acostumbrado a los gajes de celulares, se sorprendió cuando una voz joven, varonil, con visos extrínsecos de enojo creciente, le espetó un, "DIME"

Y Enrique, culto, educado, paseante de Venecia al menos una vez en la vida, y ducho en el glamur de una buena conversación:

"Buenos días"

Y del otro lado:

"DIME, ¿QUIÉN TÚ ERES?

Y Enrique, ahora un poco confundido:

"Compañero, ¿Usted no es el papá de Rulfo?

Y en el extremo del éter la furia se desencadena:

"!ÑOOOOOO, QUE RULFO, NI RULFO, COMPADRE, YO NO SE QUIEN ES ESE!"

Ahora Enrique, con la cola entre las piernas y en franca retirada:

"Disculpe, compañero; parece que me equivoqué..."

Y del otro lado la respuesta que, desde entonces, me hace pensar más de tres veces en la posibilidad de no  tener un teléfono celular si para usarlo tengo que recurrir a la artimaña cavernícola de deformarme moralmente.

"!COÑO, COMPADRE, VÁYASE A FREÍR TUSAS QUE SU EQUIVOCACIÓN ME HA COSTADO UN CUC!

Y nada más: "the line went dead", indicando que el acto humano de la comunicación, facilitado por cientos de años de inteligencia aplicada, había terminado con la sensación amarga de un discordia.

Días atrás, otro amigo, Luis Alfonso, jefe de operaciones de la sucursal eléctrica de la villa,  me contó una historia similar.

Desde el nivel central le encomendaron con urgencia un censo relacionado con el estado de las líneas de transmisión de energía, o algo así. Los resultados debían confirmarse con urgencia y eran las cinco de la tarde por lo que se decidió que los informara verbalmente a través de un número de celular asignado para estos menesteres a un funcionario de la empresa provincial.

Luis Alfonso se esmeró y, como es un personaje organizado, que no trabaja para maratones, alrededor de las nueve de la noche ya tenía organizada la información, de modo que, "sin sacudirse el polvo", marcó los dígitos que harían llegar al nivel central los datos recolectados.

El tono lejano y Luis Alfonso a la espera, hasta que, !Maravillas!, alguien del otro lado.

"!OYE, APÚRATE QUE ESTO ES UN CELULAR!"

Y Luis Alfonso, mi amigo, ingeniero graduado en Equipos y Componentes Electrónicos,  jefe de operaciones de una empresa, cinéfilo consagrado y lector incansable, tomó la decisión del camaleón, capaz de adaptarse al medio que lo rodea a través de su única arma: el camuflaje.

Colgó, si, colgó y no rindió ningún parte que, de darlo como estaba establecido, hubiese requerido unos diez minutos de discurso telefónico.

A la mañana siguiente, el royo del que, afortunadamente, mi amigo salió ileso tras repetir la bienvenida que le dispensara el "dueño" del celular estatal que tanto empeño puso en ahorrar el dinero del estado.

 

Ballet Nacional de Cuba en Mantua.

Ballet Nacional de Cuba en Mantua.

 

 

Con la actuación del Ballet Nacional de Cuba (BNC) en Mantua, la villa noroccidental recibió un justo reconocimiento por la presencia mayoritaria de sus hijos en la compañía que dirige Alicia Alonso.

La actuación realizada en los históricos Mangos de Roque, estuvo dedicada al 117 aniversario de la llegada del Titán de Bronce a estas tierras el 22 de enero de 1896.

El programa contempló los ballets, Amigos de Giselle, coreografía de Alicia Alonso sobre la original de jean Coralli,  Adagio del segundo acto de El lago de los cisnes, Diálogo a Cuatro, Rítmicas, de Iván Tenorio y música de Amadeo Roldán, y Trueno y Relámpago, coreografía de Eduardo Blanco.

Las actuaciones más aplaudidas fueron las de Mónica Gómez y Julio Blanes con el ballet Muñecos, coreografía de Alberto Méndez y,  La Avanzada, coreografía de Azari Pliserski, música  de Alexandrov y las interpretaciones de bailarines mantuanos entre los que descollaron,  Yansiel Pujada  y Javier Graupera.

“Es la primera vez que el público mantuano logra una relación de inmensa fuerza empática con los artistas”, refirió uno profesor de humanidades  asistente a la función.

“Sencillamente fantástico, ojalá que se repita”, exclamó emocionada Krist Alfonso, estudiante de octavo grado de una escuela local.

“Lo máximo, nunca antes habíamos disfrutado de algo como esto. Vuelvan pronto”, fue el criterio de Raúl Cueto, trabajador de CIMEX.

Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC) recibió, en nombre de esa institución, el reconocimiento de las autoridades del territorio por los años de labor formativa de los jóvenes mantuanos en las filas del ballet; del mismo modo, la dirección de la compañía extendió un reconocimiento a Zoe Élida Justis, profesora benemérita mantuana que, por más de 40 años ha cultivado el talento local que hoy integra las filas del Ballet Nacional (BN)

Es la segunda vez en 17 años que el Ballet Nacional de Cuba (BNC) actúa en la villa donde finalizara la Invasión de oriente a occidente protagonizada por el general Antonio Maceo y sus huestes mambisas.

 

Realizada en Mantua décimo quinta Feria Nacional, Guajirito Soy.

Realizada en Mantua décimo quinta Feria Nacional, Guajirito Soy.

 

 

Un  fuerte arraigo campesino  y una cultura orientada a lo agrario decidieron a Mantua como sede Nacional de la décimo quinta Feria Nacional “Guajirito Soy”,  del Movimiento de Pioneros Exploradores.

Después de la apertura, estudiantes de cuarto a noveno grado de las escuelas locales realizaron demostraciones en el manejo de ganado, exhibición de plantas ornamentales y destrezas adquiridas en las técnicas del Movimiento de Pioneros Exploradores.

Mediante las exposiciones de los círculos de interés forestales, producción tabacalera y medicina veterinaria los organizadores demostraron la intencionalidad  conque se trabaja en el territorio para lograr una orientación vocacional  que garantice  el futuro productivo de Mantua.

Las tradiciones culturales del campo estuvieron presentes a través de coreografías  de naturaleza y la actuación de la brigada infantil, Mariposas Mambisas, que dirige la profesora, Élida Justis.

La celebración constituyó homenaje a los hombres y mujeres del campo en el 152 aniversario de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.

Los pioneros estuvieron acompañados de pobladores, autoridades locales, cuadros y dirigentes provinciales de la Unión de Jóvenes comunistas (UJC) y la organización de pioneros José Martí (OPJM).

 

De las raíces del árbol

De las raíces del árbol

Vivo al pie de una ceiba- God tree- incluso así reconocida en los países del Caribe anglófono. Gigante vegetal con casi doscientos años, imponente fuste que sube a los cielos y extiende su copa verde- oscura sobre tres viviendas, y un poco más; sombra fresca, oxígeno vivificante que, si observo bien, veo fluir, de tanta energía que irradia mi árbol.

Muchos preguntan por los ciclones y la ceiba, y yo, sonrío y digo que, todo bien, y más: que si no fuera por ella, hubiésemos sufrido mucho más. Vientos huracanados entre sus ramas poderosas, hojas lanzadas con la furia de un cometa, árbol que se comba y resiste.

Tronco poderoso, flexible, dueño de leyendas urbanas, motivo de ofrendas que, sin las poderosas raíces que lo sustentan, poco podría hacer, como no fuera caer arrastrado por los vendavales o los vientos ridículos de lluvias anunciadas. El secreto de la ceiba que cobija mi morada está en sus raíces, más poderosas que el tronco, allá en las entrañas de la tierra, entre los humedales del suelo, donde, animales y plantas compiten con sus esfuerzos sostenedores, incluso, donde herramientas y aceros talan, cortan, penetran- despiadados- para suplir necesidades inciertas.

Cuentan que la raíz principal de la ceiba es un poco más que el mástil del tronco; pivote central que reta al movimiento, ancla profunda que asegura la nave. Las benévolas raíces laterales se extienden decenas de metros. No dañan las viviendas, no levantan los pisos, no destruyen cimientos, pero sostienen.

La vida humana organizada en sociedad debía transcurrir como la misma existencia de la ceiba que me cobija.  No puede haber sociedad que aspire reverdecer, erigirse poderosa, próspera, sin no destina el esfuerzo supremo a las raíces que, definitivamente, la sostienen. Dígase comunidad, pequeño barrio, Alberto, Eugenia y ya se habla de raíces. Muchos encumbran el pensamiento que engloba las grandes estrategias, en verdad, necesarias, pero olvidan que, en la particularidad que subyace entre la hojarasca está la clave para materializar las supremas ideas.

Hay una contradicción, descubrimiento de estos tiempos, estrategia antigua que llevó al emperador romano, Adriano, a retirarse y construir un muro que, por cierto, terminó derrotándolo: ideas que ponderan la particularidad, la base, de repente, dejan de funcionar. Recursos que escasean, escenarios desfavorables, si, pero también, la desestimación del potencial de las raíces. No hay límites a la capacidad humana para imponerse, si de la mano de tal poder se sitúa el estímulo moral que no ha de abandonar a los que permanecen al pie del cañón, torsos desnudos, proyectiles en mano.  Aunque la pieza haya sido dañada por la metralla, ellos encontrarán la forma de hacerla funcionar, apuntarla al enemigo, y disparar. Solo que, no hay que abandonarlos.

Entre las fábulas de Esopo hay una que ha marcado esta forma de pensar. Contaba el Griego que, un día, los brazos sintieron celos del estómago. "Recibe los mejores vinos, los más deliciosos manjares y no trabaja; en cambio nosotros hacemos las labores difíciles, protegemos, plantamos y nadie nos obsequia".  Así pensaban por lo que decidieron asesinarlo. Esperaron la llegada de la noche y lo apuñalaron. Una hora después, los brazos habían muerto.

Nadie puede sobrevivir sin la sinergia que nos hace mecanismos;  los árboles sin raíces no darían flores y frutos, el hombre sin la mujer- y viceversa- no perpetuaría el género humano, la vida se extinguiría sin los molestos insectos, las plagas nos destruirían sin criaturas como el sapo y la rana,  y la sociedad fracasará irremediablemente si, empeñada en las grandes ideas,  relega los pequeños proyectos,  estímulos de la minoría- mayoría, motores subestimados, sin los cuales, la gran maquinaria no es más que una mole de ruedas dentadas y aceros oxidados.

Constituida la Asamblea Municipal del Poder Popular en Mantua.

Constituida la Asamblea Municipal del Poder Popular en Mantua.

Mantua. Domingo 25 de Noviembre. Con la presencia de altos dirigentes locales y funcionarios del Partido y el Gobierno en la Provincia quedó constituida la Asamblea Municipal del Poder Popular en Mantua.
La elección de Luis de la Cruz Herrera como presidente y Noemí Sotuyo Ventura como compañera de fórmula, marcó el inicio de este nuevo mandato de los órganos de gobierno en Mantua.
Con una composición cuya edad promedio no excede los 42 años, la Asamblea exhibe un alto índice de mujeres, hecho no casual si se toma en cuenta el protagonismo que los tiempos han otorgado a las féminas a lo largo del país. 
La dirección asamblearia recién elegida tiene entre sus retos el fortalecimiento del papel del delegado en la base, el despegue de la economía y la agricultura locales en escenarios de cambios y la eficiencia en los servicios a la población. 
Los reunidos reconocieron el trabajo del compañero Rubén Ramos Moreno por sus más de diez años dedicados al trabajo del Poder Popular. 
Iván Pérez Pérez, Miembro del Comité Provincial del Partido y su Primer Secretario en Mantua, felicitó a la dirección de la Asamblea y exhortó los presentes a continuar trabajando para el pueblo, único y supremo encargo por el que es válido cualquier sacrificio. 

El Ché en mí.

El Ché en mí.

El 9 de octubre de 1967 cayó un ídolo de fe para los pobres de este mundo. La noticia de la muerte del Che recorrió el orbe y, los que lo conocieron, en esta isla que hizo suya, supieron que alguien poco común, insustituible, en eso de ver la vida desde el lado más altruista, faltaría desde ese momento a la cita material con el destino de la humanidad.
El primero de septiembre de 1976, mi mamá me puso en primera fila de primer grado en la escuela primaria "Antonio Maceo" de mi pueblo. Fue la primera vez que escuché a los mayorcitos aquella frase que tenía que ver con, parecernos a él. Un año atrás, mi abuelo trajo a casa dos fotografías: una de Camilo y otra del Che, para ponerlas al lado de un Corazón de Jesús que desde niño vi en la salita de nuestra casa, en la finca Montemalo. Cuando pregunté, quiénes eran aquellos hombres, me respondieron a la usanza simple del guajiro: son héroes que lucharon para que Cuba fuera libre.
Ya en los primeros días de clases, la maestra nos habló del Che, y supe de su nacionalidad argentina, de su llegada a Cuba en el Granma, de su lucha en la sierra, su heroicidad en Santa Clara y también del sacrificio inmenso de morir en otras tierras de América, defendiendo sus ideales de justicia.
Cuando tenía nueve años, mi padre compró un tocadiscos ruso y el primer acetato que escuché fue uno con la carta de despedida del Che. Terminé por aprender de memoria cada palabra, cada línea, aunque- reconozco- sin comprender del todo el tremendo holocausto al que entregó su vida. Eran tiempos de sobredimensión de su figura que, de tan alta y etérea, se me antojaba inalcanzable.
Cuando cumplí doce, nadie me regaló, "Pasajes de la guerra revolucionaria", de modo que hube de descubrirlo entre los estantes de la biblioteca de mi escuela. En sus páginas, recorrí los valles y montañas orientales, combatí a los casquitos y me cubrí de gloria en Santa Clara. Aun así, no me creía en la menor posibilidad de parecerme a él.
Siempre llevé conmigo aquella especie de deuda moral ante una figura tal, con la que me comparaba cada mañana y a la que, no le llegaba- según mi escueto juicio de entonces- ni a las botas.
Declaro, con pena, que descubrí al ser humano que fue el Che un poco tarde. Cuando leí, "Descamisado", del general Enrique Acevedo, supe cuanto tiempo me había perdido para comprender que, aquella frase que por años pronuncié con energía, era una verdad más grande que la aparente utopía que representaba.
Cosa curiosa: un chico de 16 años, visto en retrospectiva por el prisma de un hombre maduro, de ideas frescas, desprejuiciadas y para nada adornadas de los arabescos que suelen ocultar el verdadero yo, el simple yo de los grandes, me hizo entender que, aquel "argentino", demasiado recto para la "chanza" cubana, humano para correr bajo las bombas como cualquier otro, fiero si era menester- casi siempre lo era- poner cara al enemigo, exigente hasta la herida, capaz de leer a los clásicos del marxismo y también, a Mark Twain; dado a imponer castigos ejemplares y conmoverse con el dolor ajeno, más allá de la simple sensibilidad o la palabra de consuelo, era un paradigma alcanzable para los que, como yo, desde bien pequeños repetíamos, "Seremos como el Che".
No niego mi melancolía, ni el gesto de molestia por los años que me perdí al verdadero Che; el hombre que, confieso, dejé de emular tantas veces y del que me escondí cuando fui irresponsable, mal estudiante o travieso hasta el peligro insensato e innecesario, por no verme en posibilidades de ser como él.
Hoy, me reto en cada jornada y me obligo a la honestidad desnuda que tanto practicara y que tanto necesitamos para que su sangre generosa no haya caído en vano.
En mi pequeño rincón, donde suelo escribir estas y otras líneas de amor y combate, tengo una foto del Che que me regalara un amigo. Cuando el ánimo decae, las cosas marchan mal o la vida se me presenta demasiado difícil, la miro, me abochorno de ser débil y me aplico al deber, para seguir siendo como él.

La ventana indiscreta de Martha Beatriz Roque.

La ventana indiscreta de Martha Beatriz Roque.

Lo que no pudo imaginar Martha Beatriz Roque cuando preparó su nueva cruzada de "lucha" -o como reconocen todos por acá- estrategia de alimentación, sana y balanceada, a partir de frutas, verduras y… carne, fue la mala pasada que le jugaría una ventana.
Las imágenes mostradas por la Televisión Nacional, no dejan lugar para las dudas: aguacatotes como melones, que escalaban, "vía Internet", o sea, expreso, por entre los balaustres de la fatal ventanita lateral de su cubil, eran la prueba irrebatible del nuevo show orquestado por la vieja arpía, para intentar lavar su depauperada imagen de camajana en retroceso ante una prensa internacional que, ya sea por responder a intereses retorcidos, por anticubana o, simplemente, por efectista, enseguida se hizo eco del "acto heroico" de Marthica y sus 19 compinches, bien alimentaditos todos, los muy picarillos.
Entre indignados y divertidos, los cubanos observaron imágenes, siempre creíbles y nunca irrefutables, de cómo la camada, la "hambrienta" camada, fingía la inanición de la Roque, después de unas tajaditas de aguacate "expreso".
"Está muy mal"- y no se equivocaban. Estaba, en verdad, muy mal, terrible, insostenible; sobre todo después de la conversación de doña Idania, su vocera, con la señora, Macgovern, de la Oficina de Intereses de EE. UU. en La Habana.
"Está en el estado ese de sueño"…
De verdad que una comilona de frutas y aquellos aguacatotes-que no olvido- dan una somnolencia…
En los días que duró la triquiñuela nuestra dama tuvo momentos de apoyo espiritual a su "justa causa". El colofón en esa lucha de "objetivos" fue la llamada de doña Eulalia, de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) muy preocupada la señora por garantizarle lo necesario para que… comiera y, Martha Beatriz, muy esperanzada ella por el aporte en divisas que llegaría al otro día, ¿Para enviar a sus compinches a provincia? Se están viendo horrores. Astro y vuelos nacionales no cobran en dólares…
Como toda obra dramática, el desenlace, fue triste para la "luchadora".
¿Cómo es eso que, ella, "muriendo" por la causa de Jorge Vásquez Chaviano, quedaba sola en el calvario de la inanición?

"Eso es una m….., te lo tengo que decir"

No obstante, la señora Martha Beatriz, que sabe convertir los reveces en "victorias", anunció el "éxito" del "ayuno"- ya no me alcanzan las comillas- pues, la "oposición" asalariada - que nadie sigue- "se hace sentir, dentro y fuera de Cuba".
Ingenua la muchachita, como si no supiera que las noticias como la suya duran apenas 48 horas.
En fin, que esta orquestación fantasmagórica, que no aporta color al desteñido pendón de los afanosos testaferros de la SINA, solo sirvió para que Cuba y el mundo asistieran, una vez más, a la comilona a escondidas de un grupillo de facinerosos, leguleyos, apóstatas que, lloran como cocodrilos, para recibir en las fauces las migajas de un imperio sin amigos y si, con muchos intereses.
¡Tremenda mala suerte! Esa ventanita indiscreta… siiiii, la de los aguacatotes, le "chivó" la jugada a Bea. Cuando yo lo digo, se están viendo horrores.

Se “quemó” Radonski.

Se “quemó” Radonski.

No hay un latinoamericano de honor que no vea en la revolución que conduce el presidente Hugo Chávez Frías una esperanza real, una alternativa,  un deseo sin segundas intenciones para el pueblo de Bolívar y para todos los que en este mundo trastocado y trasnochado tienen sed de justicia.

De ahí el seguimiento y el alegrón cuando algo bueno ocurre por el sur y también el acompañamiento en sus tragedias, que son nuestras en el dolor y la solidaridad.

Por estos días el proceso revolucionario venezolano se enfrenta al desafío  de las ideas, de los hechos y del planteamiento resuelto de planes futuros que aguardan a una nación rica que, hoy,  como nunca antes en sus casi dos siglos de independencia del colonialismo español, comparte la riqueza con los humildes y los olvidados.

Rebasada una década en la que no han faltado ataques arteros, un golpe de estado y hasta un golpe petrolero, la revolución que conduce el comandante Chávez se muestra como uno de los capítulos más limpios de la historia suramericana, seguida por millones, dentro y fuera de sus fronteras, y paradigma para el trazo de alternativas diferentes en otros países del área.  Tales hechos son imperdonables para los anteriores círculos de poder y sus actuales caballos de batalla.

El candidato presidencial de la oposición venezolana – entiéndase oligarcas-  Henrique Capriles Radonski, jura y promete que, “si ganara las elecciones presidenciales de octubre próximo  continuará realizando asambleas populares en todo el país para de esta forma detectar, y solventar los problemas de cada comunidad”.  Cualquiera, con  vagas ideas del actuar de la derecha internacional, considerando la juventud de este muchachón y la energía que pone en su discurso, pensaría que, no es más que otro candidato posible con ideas “afines” a las que, por casi once años, Chávez y sus bolivarianos han puesto en práctica para devolver al pueblo el poder que nunca los Capriles de turno le permitieron hacer uso.

El caso es que, Radonski, se pasa con fichas. Y a todas luces intenta aislar- digo intenta- al presidente Chávez por medio de la retórica indecorosa de quien hace una campaña al más puro estilo gringo:

"Comparemos- dijo, en clara alusión al actual mandatario de Venezuela-  una persona metida en un palacio versus nosotros aquí, en la calle, recorriendo pueblos, bajo el aire, con este sol (...) darle la palabra a la comunidad es mi clave (...) esta forma de trabajar quiero seguirla en el futuro”.

Al respecto, el diputado del PSUV, Ramón Lobo, declaró que, “si algún presidente ha estado vinculado al pueblo y sus comunidades ha sido Hugo Chávez. (…)

No hay que subestimar a Don Capriles; indudablemente su estrategia es cautivar y en esas artes, el lobo sabe como vestir piel de oveja. Recuerden que el de Caperucita pudo pasar desapercibido durante un tiempo prudencial.

Casi en la recta final de la campaña electoral se pudo conocer que, el programa que ha venido pregonando la oposición, no tiene nada en común con las atrocidades que pretende hacer si tomara el poder. Sitios digitales consultados aseguran que, el plan de gobierno que presentó Capriles Radonski al oficializar su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral, solo  incluía propósitos generales, por lo que se deduce que, “algo más” cocinaba el “boy” entre bambalinas.

Casi en los finales de agosto último, David de Lima,  dirigente opositor y exgobernador del estado Anzoátegui abrió la caja de Pandora al revelar un documento titulado,  "Primeras ideas de acciones económicas a tomar por el gobierno de la unidad nacional 2013", pliego encaminado a demoler el poder económico del Estado y adoptar una pose neoliberal, es decir, vuelta atrás, después de tantos sacrificios.
Entre otras cosas, el Abogado y sus compinches, reducirían el papel del estado, abrirían los programas sociales a la  inversión privada, y descargarían al gobierno de la responsabilidad material y moral que en la actualidad asume respecto a bienes y servicios que benefician a millones de ciudadanos de ese país suramericano.

 Entre otros retrocesos, la manada plantea la reducción de hasta un 60% (…) las reparticiones por subsidios de  alimentos que hoy se realiza en los términos de la misión Mercal (…), la subida gradual del precio del transporte público y la electricidad, la congelación de las pensiones, hoy vinculadas proporcionalmente a las variaciones  salario mínimo y, por supuesto, la “devolución” de la industria petrolera al capital foráneo- léase los Yankees-  con la consiguiente eliminación del uso social de los ingresos por concepto de exportaciones, lo que equivale al fin de las misiones que tanto bien hacen al pueblo de Venezuela.

Resulta tan alarmante, tan grosero, tan irrespetuoso que, bien podríamos explayarnos en un rosario de epítetos contra el “favorito” de la burguesía; el mismo que, sin mucho pudor confesara su “debilidad por las mujeres”, el de la “participación ciudadana”, el que pretende “resolver los problemas del pueblo en asambleas”.

¿Qué podría decir a millones de venezolanos y venezolanas que encontraron en la revolución la única vía para una vida digna y el único camino para dejar atrás la miseria, el analfabetismo y la mortalidad por falta de asistencia médica?, Así, con la asamblea, y ya, ¿Resolvió? Estaría por ver si de verdad este lobato tendría el estómago y el deseo de volver a recorrer las calles con su sonrisa hollywoodense  y su “vocación por el aire y el sol”.

Dijo el Apóstol de nuestra independencia que, “todos los pícaros son tontos”,  y a juzgar por los hechos, al señor Capriles se le ha desbordado el morral.

El idioma ha incorporado nuevas frases; cualquier cubano de esos que andan por nuestras calles, trabajan en nuestras fábricas o sudan en la construcción o en la agricultura, si escuchara los “proyectos” de este maldito con cara de actor, seguramente abriría la boca, pondría los ojos bien grandes y exclamaría consternado: ¡Ñooo, se quemó Capriles!

Ah, y un último dato tomado de Internet: El 17 de abril del año en curso, en la presentación del informe de gestión de Pdvsa en 2011, el ministro de Petróleo y Minería y presidente de esa corporación, Rafael Ramírez, informó que esa empresa aportó, solo durante el pasado año, un total de 30 mil 79 millones de dólares a los programas sociales promovidos por el gobierno.

¿Se imaginan lo que harían Don Radonski y sus sociales con ese dinero?

Espiritualidad

Espiritualidad

Respiramos el aire y nos cargamos de vigores y crepúsculos, de luces y  mantos insondables, todo gracias al hálito beatífico que nos secunda en cada paso de la existencia.  Hay quien dice que el planeta mismo nos legó ese halo desde el día  en que nuestras plantas lo acariciaron…

Unos lo llaman gaya- el espíritu de la tierra-  otros,  el ánima, y otros el Infra de los sueños, lo cierto es que está, omnipotente, omnipresente,  aun cuando la ceguera deliberada de nuestros ojos no nos permite verlo.  
Es fácil sentir que nuestro efímero  lapso en este mundo está guiado por esa energía que la naturaleza- ¿Quién si no?- nos ha legado. Subir una cumbre,  percibir el manto verde y ocre ,y azul, y gris que nos envuelve, es percatarnos de la espiritualidad que rodea al ser humano.  Bañarnos en las aguas de un riachuelo montañés, con el cause cuajado de pinos, 
correr lleno de gozos y de risas hacia un bohío de guano y palma,  rodeado del espeso bosque, mientras el aguacero otoñal de agudos  goterones nos pisa los talones;   es la mejor prueba de nuestra energía  y puja por vivir-  que es más que respirar-  llenos de energía desbocada que continuará más allá de nuestra presencia física.

Mutilado el cuerpo nos queda el espíritu.  Muchos le han achacado  origen divino o satánico, más, él siempre ha estado ahí. No es la contemplación inerte, ni la arquería barroca de ángeles paradisíacos;  no es el misto etéreo que se derrama sobre posesos y beatas;  el espíritu es el hombre mismo en su energía dúctil, plástica, maleable, indestructible;
Recordamos a los muertos queridos  porque,  sus espíritus, buenos o atormentados, calaron  hondo en nuestras visiones.  Despertamos sobresaltados en las largas noches de invierno, con la sutil intuición  de una presencia a nuestro lado porque la dimensión impalpable de un mundo ignorado, en verdad nos rodea, nos amenaza o nos abriga.

Todos nacemos espirituales. Todos, sin excepción, hijos de la madre tierra,  somos dotados con su energía que calienta nuestras células. Química,  dicen los científicos, pero energía al fin que  viene de, y  va hacia.  Energía que mueve nuestra máquina latente, nuestro cerebro de embrolladas madejas, nuestros músculos de nómada andar…
Todos, también,  nacemos con el don de elevarnos sobre el suelo, de ver fantasmas, de jugar con las oscuridades, no obstante, con el paso de los años la mayoría  perdemos ese fulgor   inapreciable para convertirnos  en zombies, de los que llaman nonferatus- no muertos-  y quedamos para asustar desde el reverso de los espejos, las sombras de las puertas entreabiertas y las rejas de mundos prisioneros.

 El mundo está lleno de cazadores de espíritus;  vienen- contrario a lo que inculcamos a los niños para tranquilizarlos con sustillos- mimetizados en forma de sillas, armarios, paraguas y otros objetos familiares, pasan desapercibidos y en el más leve descuido, ¡Zas!  Nos arrebatan nuestras fantasías y cargan con ellas cual manadas de  salvajes hacia las profundidades del hades, donde ni la misma fuerza de Hércules será capaz de rescatarlas.
  Perder los sueños, es perder el Espíritu, es morir en vida, es respirar sin aire, degustar sin gusto, hablar sin voz. Cuando los sueños se van  hasta las pesadillas son extrañadas, pues perdemos la posibilidad de probarnos a nosotros mismos que  podemos volar sin alas, aun dentro del temporal y la borrasca, dentro la nieve y la escarcha.

Hay quienes han  inventado fórmulas para luchar contra los miméticos acechadores: han embadurnado  picaportes y bastidores de camas con la baba  sagrada de la mascota más querida y empolvoreado  el piso con  partículas de estrellas extinguidas, todo  a  las doce de la noche, luego que los perros dejan  de aullar  y el viento se ha calmado entre los árboles del patio. Es un trabajo pesado, meticuloso, de extremos, pero  valioso, porque se trata de salvar el espíritu, que es salvar lo que somos, es decir, individuos, mortales, hombres, humanos…  gentes que, pese a las borrascas más espantosas, encontraremos la forma de seguir.